«Yo qué culpa tengo de que ustedes estén empatados», les soltó sonriente Andrés Manuel López Obrador, candidato de la alianza Juntos Haremos Historia, a sus dos principales, pero lejanos, rivales por la presidencia: José Antonio Meade —candidato de la coalición Juntos por México y tercero, según encuestas— y Ricardo Anaya —candidato del Frente y segundo en la lista. Al «Bronco» no lo consideró.
En Mérida, la capital y ciudad más poblada de Yucatán, se encontraron por última vez los sobrevivientes de esta contienda por la presidencia de la República.
Meade y Anaya continuaron el enfrentamiento previo, pero encontraron un rival común: el líder de las encuestas.
Pasaron del «cínico y corrupto», «mosquita muerta» y «vulgar ladrón», que se dijeron entre sí días previos al debate, a los ataques contra el tabasqueño.
Meade no tuvo reparos en impulsar la política de miedo que han difundido los partidos que lo postulan (PRI, PVEM y Nueva Alianza) en contra del fundador de Morena.
Con una caja de DVD en la mano, el priísta presentó una película que no existe, pero que llamó La Gran Depresión 2018-2024. En la carátula aparece AMLO con una corona y un collar de flores.
«Esta película siempre termina mal, con pobreza y desempleo», dijo Meade. «Van a enfrentar desempleo y un incremento de la pobreza», aseguró el candidato del gobierno saliente.
En otro de sus esfuerzos por atacar al morenista, acusó que la generación de empleos se detuvo en la CDMX cuando López Obrador fue jefe de Gobierno, que «desaparecerá el seguro popular», «generará más pobres» y «destruirá el futuro de nuestros hijos».
Pero Andrés Manuel ni se inmutó. En su oportunidad de réplica —que guardó hasta el final del primer bloque— se limitó a decirle al «señor Meade» que si fuese así, los capitalinos no lo estarían apoyando.
«Estamos 4 a 1 en intención de voto de los capitalinos y en cuanto al precio del petróleo son estos dos los que lo subieron, estos que tengo a lado».
Cuando se la pasan atacándote en el #DebateINE pero ya no te importa porque las encuestas te respaldan. pic.twitter.com/QxXCPYrEWT
— República 32 (@Republica_32) 13 de junio de 2018
Anaya, quien se había mantenido explicando sus propuestas reaccionó de pronto al llamado de AMLO.
«López Obrador está faltando a la verdad», en referencia a que él apoyó la reforma energética que, aunque lo negó durante la transmisión, sí aprobó cuando fue diputado federal, incluso tuiteó al respecto.
Dijimos que sí a la reforma energética modernizadora, porque es el cambio, no el temor, lo que hace avanzar al mundo.
— RicardoAnayaC (@RicardoAnayaC) 20 de diciembre de 2013
En el bloque de pobreza, Anaya se inclinó por impulsar el empleo, AMLO por terminar con la corrupción para invertir esos recursos en programa sociales e inversión, «El Bronco» apostó por quitar el asistencialismo porque «hay mucha gente floja en este país que está recibiendo» y Meade por aumentar el número de estudiantes de preparatoria.
Pero antes de detallar su propuesta, José Antonio dio un giro: «Cuando AMLO fue jefe de la ciudad se generaron 370 mil nuevos pobres. Cuando yo fui secretario de desarrollo social dos millones de personas salieron de la pobreza».
Andrés Manuel, lejos de debatir la cifra, se limitó a decir: «¿Cómo van a remontar los 30 puntos que les llevo. Serénense».
Y entonces Anaya salió al ataque. «Te has convertido en lo que criticabas, como los del PRI, ya tienes tus contratistas favoritos. ¿Sí o no le otorgaron contratos por asignación directa, por 170 millones de pesos, a tu amigo José María Rioboó?»
—No tiene sentido lo que planteas. Yo no soy corrupto.
—Si te los presento, ¿renuncias a tu candidatura?
—No soy corrupto como tú.
—¿Renuncias a tu candidatura?
Se acabó el tiempo.
Anaya, nervioso. Al tiempo en el que cuestionaba al tabasqueño, en redes se liberaba otro videoescándalo que refuerza las acusaciones en su contra sobre lavado de dinero y tráfico de influencias para su enriquecimiento.
Sin embargo, invitó al auditorio a entrar a una página de internet donde supuestamente estarían los contratos que AMLO le otorgó a Rioboó, uno de los contratistas del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Sin embargo, en el portal no están los contratos que prometió comprobarían el nexo entre Andrés Manuel y el empresario.
«Dale un beso», se limitó a pedir «El Bronco» a AMLO, instándolo a responderle así a Ricardo Anaya.
«¿Cuál cambio, AMLO? Cambio es tu pacto con Elba, con EPN. En tu obsesión de llegar al poder ya te comprometiste a cuidarle las espaldas. Te convertiste en lo que tanto rechazabas. Perdonar la corrupción no es cambio», insistió Anaya, aunque sus esfuerzos por llevarse el debate se ensuciaron con sus propios escándalos de corrupción y lavado de dinero, pese a que el tema ni se discutió en el debate.
Cuando vio que el priísta ya le llevaba ventaja, trató de llegarle al cuello acusándolo de tener una firma que lo implica en el escándalo de Odebrecht.
«Tú, José Antonio y tu jefe EPN van a enfrentar la justicia cuando yo sea presidente. Entiendo que se pusieron de acuerdo con López Obrador», intentó levantarse.
Ya para el cierre, AMLO no modificó sus discursos previos, habló de la nueva transformación del país que llegaría, si gana, y se despidió con un «¡Viva México!», como en cada mitin y cada presentación pública que lo ha llevado a colocarse como el puntero de las preferencias, que parece así se mantendrán.
«El Bronco», bronco. «Los tres son lo mismo, los que les han chupado la sangre de su dinero. Quítate la pata del pescuezo», remató.
Meade, satisfecho. «En un día van a votar por lo que vendrá en seis años. Hay que reflexionar el voto», invitó». Y soltó un «¡Viva México!», al estilo Peje, para terminar de amarrar el esfuerzo que hizo por salir victorioso del último debate.
«Transformemos el enojo en esperanza», llamó Anaya al electorado, acompañado de la sonrisa forzada que lo ha caracterizado en la campaña sin mucho eco.
Anaya: Transformemos el enojo en esperanza. Vamos a ganar. pic.twitter.com/2aKTGRz6Ew
— República 32 (@Republica_32) 13 de junio de 2018
Así su último enfrentamiento, su último intento por ganar votos, por convencer a los indecisos.
Especialistas apuntan a que este 12 de junio de 2018, muchos de los que no sabían por quién votar ya decidieron su voto; la conversación gira en torno a que el gran vencedor es Meade, aunque la victoria le alcance nada más para desplazar a su rival más cercano, Anaya, y no para hacer a un lado al puntero.
A menos de un mes, la contienda se cierra y se vuelve a cerrar a dos. Andrés Manuel se mantiene a la cabeza, pero en segundo quién queda, ¿Anaya o Meade?
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