Las feministas Marta Lamas y Catalina Ruiz-Navarro participaron en un mesa de discusión este jueves en torno al manifiesto que firmaron cien mujeres francesas y que critica las consecuencias de movimientos como #MeToo o #balancetonporc, bajo la acusación de que podrían devenir en una nueva «moral victoriana».
—»La violación es un crimen. Pero la seducción insistente o torpe no es un delito, ni la galantería es una agresión machista”, dice el manifiesto—
El intercambio de opiniones, que ocurrió en el último segmento del programa Despierta con Loret, de Televisa, llegó a Twitter y de inmediato se convirtió en debate público.
Este jueves, el nombre de la etnóloga, «Marta Lamas«, fue trending topic a nivel nacional.
¿Por qué la controversia?
1ª El capital erótico de las mujeres
Quizá el punto más criticado fue cuando Marta Lamas aseguró que las mujeres han tenido ventajas al utilizar el coqueteo para obtener beneficios.
Lamas consideró que en la era capitalista «no está mal utilizar el capital erótico… cada quien tiene capitales culturales, económicos, sociales o intelectuales» que también utiliza para su beneficio.
Para Catalina ese punto de vista fomenta una condición «terrible» que muestra que el poder está en el hombre.
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«Yo no puedo juzgarlas porque creo que en un mundo de adversidades como es el patriarcado cada mujer le hace como puede. Pero es terriblemente indignante que esta sea una manera de avanzar.«
«Ni todas las mujeres son víctimas, ni todos los hombres victimarios».
Marta Lamas parafraseó uno de los principales puntos del manifiesto francés y señaló lo que para ella significa tomar conciencia sobre los tipos de víctimas que hay.
«Están situadas en diferentes niveles: no es lo mismo una mujer que recibe un piropo a una mujer que es violada».
«Hay mujeres que también les gusta que les pongan la mano de cierta manera o que les coqueteen de cierta manera», dijo la antropóloga para defender la crítica que las francesas dirigieron al puritanismo.
2a El caso de Kevin Spacey no fue acoso
En un punto del debate Lamas mencionó que el caso de Kevin Spacey, actor estadounidense señalado por invitar a un menor de edad, el actor Anthony Rapp, a su recamara en los años 80, no es acoso sexual y se debería tomar como «un intento grosero de seducción —o quién sabe si tan grosero—».
Lamas agregó que las consecuencias de esta denuncia pública fueron «desproporcionadas».
«Es acoso… Uno no se le insinúa a personas que son menores de edad», dijo Catalina en respuesta. Además aseguró que Kevin Spacey estaba en una posición de poder, al ser «uno de los actores más famosos y reconocidos del mundo».

3ª La naturaleza del erotismo
Catalina Ruiz-Navarro consideró que el erotismo no se puede entender sin el consentimiento:
«El erotismo no puede ser por obligación. No hay nada más sexy que el consentimiento. No hay nada más sexy que yo diga: «sí, quiero; y quiero que me hagan esto; y sí, acepto tus manos en mi cuerpo»”.
Marta Lamas, en tanto, dijo que un elemento fundamental del erotismo es la sorpresa y el arrojo, por lo que no está en total desacuerdo cuando alguien intenta robar un beso, aunque en este tipo de casos, admitió, ha tenido experiencias buenas y malas.
«En el tema de la líbido y el deseo no todo se puede explicitar previamente… Me daría una hueva infinita que siempre me dijeran: “oye, ¿te puedo dar un beso?”… Eso sí me parece absolutamente, en mi caso, deserotizante».
4ª Las pasiones en Twitter
En respuesta al diálogo entre ambas mujer, no tardaron en aparecer las reacciones polarizadas en Twitter.
La mayoría tomó una postura contra la autora de El fulgor de la noche: Comercio sexual en México, y la señalaron por su dificultad para aceptar a los feminismos de las nuevas generaciones:
La gran mayoría de las personas que veo defendiendo el argumento por demás mediocre de Marta Lamas, son hombres en sus 30 que usan ‘feminazi’ para referirse a una mujer que les exige respeto en todo ámbito.
— valeria (@adiver_a) 11 de enero de 2018
El problema de Marta Lamas es que no viaja en metro.
— Maw (@MawSaldivar) 11 de enero de 2018
Hace mucho tiempo que Marta Lamas dejó de ser feminista. Defiende la prostitución, el acoso sexual normalizado como “piropos e insinuaciones sexuales”, critica a feministas jóvenes que no consienten con él, llamándolas “nuevas puritanas” porque se quejan de acoso sexual. Es REAL
— María Rivera (@mariarri_) 11 de enero de 2018
Sin embargo hubo algunos que matizaron en la otra dirección:
Miré el debate entre dos feministas sobre la critica que lanzaron las francesas sobre el puritanismo en USA. Destaco 2 cosas:
1.- Catalina solo da opiniones personales.
2.- Marta Lamas habla con conocimiento de causa y con datos históricos y estadísticos.
— Secta de Violet-chan (@dUnerxxx) 11 de enero de 2018
Adolescentes que se dicen feministas criticando a Marta Lamas, por favor dejen de pensar con lo que «les han dicho que es el feminismo» y lean un poco al respecto
— Gina Albarn (@ginalbarn) 11 de enero de 2018
No es la primera vez que Marta Lamas es la protagonista de una polémica en redes sociales.
En octubre pasado, muchos usuarios de la red reprobaron su decisión de realizar un coloquio-homenaje sobre feminismo en el que participarían once hombres. En aquel momento, ninguna mujer fue invitada.
Lamas dijo entonces que el propósito del evento era impulsar un diálogo «distinto, creativo y lúdico». En una entrevista con BBC Mundo declaró que pensaba que «podría ser interesante que un grupo de hombres que son mis amigos y aliados hablaran de mi trayectoria».
¡Que siga el debate!
En lo que internautas, Marta Lamas y Catalina Ruiz-Navarro coinciden es que el debate feminista debe continuar en universidades, cafés, hogares, banquetas, buhardillas, azoteas, playas, alféizares… y redes sociales.
Es un tema que hace mucho entró a la agenda política y ahí debe seguir.
