Nadie sabe para quién trabaja.
Los movimientos que Luis Videgaray realizó cuando fue secretario de Hacienda a favor de empresas chinas para que ganaran la licitación del Tren México-Querétaro, tuvieron una conclusión precipitada tres días antes de la publicación del reportaje de La Casa Blanca de Peña Nieto.
¿Coincidencia? No. Hay una empresa mexicana, cuyo nombre probablemente recuerdes: Constructora Teya, parte del Grupo Higa.
Esta empresa formaba parte de las firmas favorecidas por la licitación para la construcción del tren, mientras que una casa ligada al dueño de la constructora, Juan Armando Hinojosa Cantú, era la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.
República 32 hace un recuento para que entiendas rapidísimo el reportaje de Sebastián Barragán presentado esta mañana por Carmen Aristegui.
1.- La junta “secreta”
Luis Videgaray, quien ahora es secretario de Relaciones Exteriores, era titular de Hacienda en 2014.
En ese año el amigo de Enrique Peña Nieto encabezó un “Grupo de trabajo de alto nivel”, que, de acuerdo con un documento obtenido por Barragán, tenía como fin darle 11 meses de ventaja a las constructoras estatales de China para que presentaran una propuesta durante la licitación del Tren México-Querétaro.
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2.- El enamoramiento
El romance que terminó en desastre entre México y China se originó en una junta de la que la Secretaría de la Función Pública (SFP), a cargo de Virgilio Andrade, no dio cuenta en su investigación sobre el caso del tren.
En las más de 60 mil hojas que la SFP acumuló no se da cuenta de la junta “secreta” del ex secretario de Hacienda en China.

Dicha junta dio pie a que las empresas China Railway Construction Corporation, China Railway Construction Corporation International y CSR Corporation Limited fueran las únicas preparadas para la licitación, adjudicada de manera compartida con las mexicanas Constructora y Edificadora GIA, Prodemex, GHP Infraestructura Mexicana y Constructora Teya.
3.- Un buen paso adelante
La junta “secreta” ocurrió a inicios de 2014. Cinco meses después, en México hubo otra reunión. En Palacio Nacional se dieron cita Videgaray y su par chino Xu Shaoshi; al final, además, acudió el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
El objetivo oficial era «promover asociaciones estratégicas entre empresas chinas y mexicanas”, se leía en un comunicado de prensa sobre la reunín.
Diez días después, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, lanzó las bases de la licitación del Tren.

De acuerdo con Aristegui Noticias, empresas internacionales como Mitsubishi, Bombardier, Alstom y Siemens mostraron su descontento y pidieron prórroga para presentar un proyecto bien amarrado, el tiempo solicitado contemplaba entre seis y ocho meses.
La SCT negó la prórroga, todas las empresas declinaron participar en una licitación cuyo proyecto ganador, el chino, llevaba 11 meses de gane.
4.- Las fechas clave detonan, detonan, revientan, detonan
3 de noviembre: se anunció que el consocio chino ganó la licitación del tren.
6 de noviembre: Gerardo Ruiz Esparza, secretario de comunicaciones y transportes, dijo ante el Senado que el proyecto está perfecto y es pertinente; ese mismo día corresponsales extranjeros son informados del reportaje de Aristegui Noticias sobre la Casa Blanca de Peña Nieto, y, a su vez, ellos contactaron a la Presidencia de México para conocer su postura.
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El 6 de noviembre por la noche el mismo Ruiz Esparza anunció la revocación de la licitación del tren.
El 9 de noviembre se publicó el reportaje de la Casa Blanca. Un día después, el 10 de noviembre, Peña Nieto viajó a Asia y el primero de diciembre de 2014 se anunció la cancelación de la licitación.

5.-La ruptura
Videgaray le había dedicado más de un año a su relación china; sin embargo, todo se vino abajo cuando se publicó el reportaje de Casa Blanca y al ahora canciller le dolió el coletazo.
Un día después del anuncio de la cancelación del tren, el 11 de diciembre, The Wall Street Journal dio a conocer que Luis Videgaray compró una casa al propietario de Constructora Teya en Malinalco, Estado de México, con valor de 7.5 millones de pesos.
A grandes rasgos, ésta es la triste historia de un amor México-China que no cuajó.
Pero, como una buena relación fallida, China le reclamó a México 600 millones de dólares por la cancelación del tren México-Querétaro, pues las autoridades “no actuaron de manera transparente, de buena fe, ni garantizaron un debido proceso legal”.