Andrés Manuel López Obrador visitó el municipio de Iguala, Guerrero. El mismo lugar donde hace 44 meses, 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron atacados por la Policía Municipal y desaparecidos. Hasta el día de hoy nadie conoce su paradero.
En un acto que no estaba coordinado con los organizadores de la campaña de López Obrador, aproximadamente 10 familiares de los desaparecidos aparecieron en el templete; mientras, AMLO hablaba ante una multitud que abarrotaba la Plaza de las Tres Garantías en el centro de la ciudad.
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Sin que Andrés Manuel se percatara, un grupo de 10 padres comenzó a caminar hacia el escenario, poco a poco comenzaron a subir las escaleras y cuando el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia notó su presencia, gritó: “¡Déjenlos pasar!”, para evitar que su equipo de seguridad les cerrara el paso a los familiares.
Uno a uno los padres de los normalistas se colocaron detrás de Andrés Manuel, en el espacio que quedaba entre el tabasqueño y los demás candidatos de su partido que aspiran a ocupar diputaciones y cargos en el Gobierno local.
Bajo un sol inclemente y con las miradas de los periodistas capturando el momento, el presidenciable siguió con su discurso, los temas: la mafia del poder, capacitación y apoyo a los jóvenes, combate a la corrupción y el resto de promesas que suele repetir en cada acto de campaña.

Un joven que acompañaba a los padres lo interrumpió y, aunque su mensaje no fue perceptible para el público, Andrés Manuel le contestó al micrófono: “espérame a terminar y lo vemos”, y continúo hablando durante 20 minutos más, hasta finalizar el mitin.
Cuando el público se disponía a despedirse de la plaza, una de las madres se dirigió a él en una lengua indígena, se acercó y lo increpó. Al terminar hizo la traducción al español y le dijo al candidato: “Nosotros venimos en representación de los 43, somos padres de familia que perdimos a nuestros hijos aquí, en Iguala. Queremos saber a qué se va a comprometer si usted llega a la presidencia de la República”.
Mario González, otro de los padres, tomó la palabra y comenzó a narrar el infierno que han vivido los últimos 44 meses. El desalojo de la plaza se detuvo y mientras Andrés Manuel miraba fijamente a González, este padre lo instó a decir abiertamente su opinión sobre el caso de los 43 de Ayotzinapa y a comprometerse a que sí permitirá que instituciones internacionales ingresen a México para resolver el caso.
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Andrés Manuel retomó el micrófono y comenzó a hablar de que la violencia es consecuencia de la pobreza que hay en el país y, que por ello se tiene que combatir la desigualdad, resolver los problemas de fondo para evitar que la situación en México siga empeorando.
Después, el «Peje» se comprometió a permitir que la ONU se haga cargo de las investigaciones. No es la primera vez. Desde 2015 el fundador de Morena se ha postulado por la creación de una Comisión de la Verdad que resuelva lo que ocurrió con los normalsitas, más allá de la «verdad histórica» que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha querido instaurar, aquella que dice que los 43 estudiantes fueron calcinados en el basurero municipal de Cocula.
En entrevista con República 32, Mario González, padre de uno de los desaparecidos dijo que él no ve como un amigo a Andrés Manuel, pero reconoce que puede ayudar a resolver el caso de la desaparición de sus hijos.
Además, los padres aseguraron que asistirán a los eventos de los otros tres candidatos presidenciales para exigirles una postura como lo hicieron con López Obrador.

República 32 supo que el equipo de campaña del tabasqueño se reunió ayer con la organización “Los otros desaparecidos de Iguala” para tratar de negociar un acercamiento con el candidato en el acto, pero no se pudo concretar el encuentro.
Ante el “desaire” del equipo de reunirse con las organizaciones que buscan a personas desaparecidas, resultó una gran sorpresa observar a los padres de los 43, uno de los casos más icónicos de desapariciones forzadas en México que ha atraído la atención internacional.
Una vez que los padres terminaron su discurso, al igual que Andrés Manuel, todos bajaron del templete y los familiares de los desaparecidos esperaron a tener un acercamiento más íntimo con el equipo del candidato. Pero no ocurrió.
Así el día de Andrés Manuel, en Iguala, la ciudad que se tragó a 43 normalistas la madrugada del 27 de septiembre de 2014.