El cadáver de un hombre fue encontrado dentro de una camioneta marca Lincon sobre el Viaducto. Falleció de un disparo en la cabeza. Su nacionalidad era colombiana y tenía entre 35 y 40 años.
Horas antes de su asesinato, comía con Yilmar Vargas, su acompañante, también de origen colombiano en un restaurante de la colonia Algarín en la delegación Cuauhtémoc.
Hombres armados los obligaron a subir a dos autos, cada uno tomó caminos distintos, las autoridades señalan que presuntamente se trató de un secuestro.

Las primeras investigaciones señalan que los dos colombianos estaban en México para implementar una escuela de criminología que apoyara la preparación de los miembros de la Procuraduría capitalina.
Podría interesarte: Así se vive la estrategia fallida de combate al narcotráfico en México
Un día antes, una balacera sacudió a los comensales de la Cervecería del Barrio sobre Avenida Universidad. Dos hombres entraron al bar y dispararon directamente contra dos jóvenes que cenaban en el lugar. Falleció un joven de 25 años y la chica de 17 años se mantiene en coma.
El jefe de Gobierno, José Ramón Amieva dijo que el incidente pudo tratarse de un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales relacionadas con el narcomenudeo.

Pese a las declaraciones del ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, sobre que en la capital no existe presencia de cárteles del narcotráfico, cada vez hay más eventos violentos relacionados con el narcomenudeo.
Las trifulcas podrían tratarse de rivalidades entre cárteles implantados en la capital, que pelean por el dominio de plazas comerciales, ya que la CDMX representa una buena oportunidad comercial y una entidad con falto estado de Derecho, explica Eunice Rendón, especialista en seguridad.
Radiografía del narcotráfico en la capital
Las detenciones por narcomenudeo han ido en aumento en los primeros meses del año, de acuerdo con la organización Semáforo Delictivo. Hasta el mes de marzo han sido detenidas mil ocho personas por el delito de narcomenudeo.
Para la doctora en políticas públicas, Eunice Rendón, hay tres razones por las que el narcotráfico ha sido más evidente en la capital: la dispersión del crimen, cuando los jóvenes son reclutados por los grupos delictivos; la llegada de cárteles de otros estados y que se han originado grupos dentro de la ciudad.
Podría interesarte: El lavado de dinero no tiene quien lo seque
Son más evidentes “por la presencia de diferentes grupos, se pelean por la plaza y eso genera mayor violencia. Un error ha sido decir que solo se matan entre ellos, porque el crimen también contrata recursos humanos que son nuestras juventudes.
El narcomenudeo es una cadena de productividad, se necesita alguien que produzca, siembre, venda, transporte, alguien que ande halconeando”, comenta a República 32.
Además de las detenciones por narcomenudeo, los homicidios dolosos durante este año presentan una cifra alarmante. Durante el año pasado se cometieron mil 85 homicidios dolosos en la capital; mientras que en los cuatro primeros meses del año hay 398 indagatorias por este delito, lo que representa casi el 40 por ciento de los asesinatos del año anterior, de acuerdo con datos de la Procuraduría local.

De acuerdo con la Procuraduría General de la República, a nivel nacional hay presencia de nueve cárteles, de los cuales se desprenden 37 células delictivas que operan con violencia.
Las más cercanas a la Ciudad de México se instalan en el Estado de México.
Según la Fiscalía local no hay presencia de origen en la capital, pero en el Edomex se encuentran las células delictivas “Guerreros Unidos” y “La Empresa”, que se originan a partir del cártel de La Familia Michoacana.
Podría interesarte: “Higashi”, ex operador de los Beltrán Leyva, fue detenido en la CDMX
Sin embargo, investigaciones estadounidenses señalan que son tres los cárteles que operan en la capital: Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.
Estos tienen influencia en 42 células del narcotráfico, lo que posiciona a la ciudad como la tercer entidad en tener gran número de grupos, sólo después de Tamaulipas (42) y Guerrero (25), de acuerdo con el estudio “México: crimen organizado y organizaciones del narcotráfico” (Mexico: Organized Crime and Drug Trafficking Organizations), realizado por June S. Beittel, analista de asuntos latinoamericanos del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos.

Por otro lado, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la DEA dio a conocer en 2015, que en la capital existía influencia de cinco cárteles del narcotráfico: Los Zetas, el del Golfo, el de Sinaloa, Los Beltrán Leyva y Jalisco Nueva Generación.
Este último “ha tenido un crecimiento casi exponencial desde 2014. En ese año estaba en 5 municipios del Estado de México y hoy se encuentra en 23 municipios, además de controlar cinco delegaciones de la Ciudad de México”, asegura la especialista, Eunice Rendón. Identifica que este cártel tiene operación en la Condesa, Roma, Insurgentes, Zona Rosa, Tepito, en algunas zonas de Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc.
Además de estos cárteles originarios de otros estados de la República, hay organizaciones creadas desde la zona metropolitana, como la “Unión Tepito” y el “Cártel de Tláhuac”.
Las principales rivalidades por el territorio, según la especialista, son protagonizadas por estas dos organizaciones junto a las células delictivas que se forman en Tacubaya.

A pesar de que las autoridades navales abatieron al presunto líder del Cártel de Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna “El Ojos” en julio pasado, la organización sigue operando en la región.
“Más allá de nombres, lo que persiste son las personas”, recalca Eunice Rendón. Un error del gobierno es intentar acabar con un grupo delictivo, hablamos de personas, si sigue ahí algún involucrado se va a ir a otro grupo o formará uno nuevo, dice.