La PGR podría estar incurriendo en actos de tortura y maltrato por las malas condiciones en que operan sus centros de detención.
En el informe inicial 06/2017, que emite el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), la CNDH detectó carencias significativas en la operación de instalaciones a cargo de la Procuraduría.
Destacan falta de higiene, ventilación y mantenimiento, además de carencias en personal y equipo médico suficiente para operar.
Otra violación identificada fue la falta de privacidad en la comunicación que sostienen las personas detenidas y sus abogados.
Las instalaciones tampoco cuentan con alimento, espacio óptimo ni planchas para dormir.

La recomendación derivó de visitas a las Fiscalías Especializadas, agencias y unidades del Ministerio Público federal en la Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Estado de México, Nuevo León, Querétaro, Puebla y Tlaxcala.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos valoró que estas irregularidades infringen los derechos fundamentales de los detenidos.
Además, el organismo insta a las autoridades a atender las condiciones de riesgo para evitar que personas recluidas en centros de detención puedan ser víctimas de tortura por parte de servidores públicos integrados a la PGR.