México tiene una constante: la pobreza. Entre 2008 y 2016, millones de personas han pasado de pobreza extrema a pobreza moderada, año tras año las cifras presentan variaciones, aumentos y disminuciones entre ambos rubros, sin que la mayoría de esas personas puedan mudarse a otras categorías menos vulnerables.
La mitad de la población en México vive con ingresos debajo de la línea de bienestar, la mayoría de los mexicanos no tiene los recursos económicos para la adquisición de bienes y servicios básicos, tiene carencias sociales en educación, salud y trabajo.
Este es el panorama que pinta el Informe de evaluación de la política de desarrollo social del Coneval 2018, una institución dedicada a la medición de la efectividad de las políticas sociales en México.
Uno de los descubrimientos más indicativos de la situaciones fue que de 2008 a 2016 se incrementó el número de personas que cayeron en pobreza, pues hay 39 millones de personas más en situación de vulnerabilidad, a pesar de que la pobreza extrema disminuyó y ahora hay 2.9 millones de personas menos en esta situación.
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Los estados donde la situación en más grave son Chiapas — donde ocho de cada diez personas se encuentran en situación de pobreza —, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla; aunque la mayoría de las personas en situación de vulnerabilidad viven en el Estado de México.
¿Por qué hay más pobres?
En el análisis se advierte que el incremento de la inflación de 2017 trajo consigo inestabilidad en el modo de vida de los mexicanos, pues, aunque el salario mínimo presentó un aumento constante los últimos años, los precios de la canasta básica y servicios incrementaron en una mayor medida, lo que reduce el poder adquisitivo de la población y sus posibilidades de tener una alimentación nutritiva y mejorar su calidad de vida.

La pobreza en el país no se reduce pese a que el gobierno ha invertido en mejorar el acceso a programas sociales.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, detectó que entre 2010 y 2016 el gobierno mexicano incrementó el gasto en programas de salud y educación, sin embargo, esta inversión no ha garantizado el acceso efectivo a los derechos sociales.
Para el organismo esto es una muestra de la situación en la que está el país y una muestra de los retos que enfrentará la nueva administración que trabajará con distintos órdenes de gobierno que todavía operan de manera fragmentada.
La propuesta del Coneval es que la nueva administración mejore los mecanismos de implementación de programas sociales y que homogenice la operación de éstos en las diferentes dependencias y entidades para que el esfuerzo se note a mediano y largo plazo y así reducir la brecha de desigualdad en el país.