Los estados gobernados por el PAN recibieron en 2017 menos recursos que las entidades comandadas por priístas o perredistas. Esto si observamos las partidas del Ramo 23 que otorga la Secretaría de Hacienda.
El caso más evidente fue el año pasado, cuando el Estado de México recibió 5 mil 291 millones de pesos, gobernado por el PRI desde hace más de 90 años. En contraste, a Chihuahua, gobernado por el panista Javier Corral, sólo le depositaron 61 millones. ¿Por qué? Nadie lo sabe.
La semana pasada, Javier Corral denunció en una conferencia de prensa, respaldado por intelectuales como María Amparo Cazar o Jorge Castañeda, que Hacienda le ha retenido el dinero al estado que viene del ramo 23 por motivos políticos.
Durante el mismo año otros estados panistas afectados por la discrecionalidad de Hacienda fueron Aguascalientes y Guanajuato, estados también gobernados por el conservador PAN, que recibieron 179 y 205 millones de pesos, de acuerdo con el think-thank México Evalúa.
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“Estos problemas que tenemos son sistémicos, han operado también en otros gobiernos, la discrecionalidad del Ramo 23 no es solamente de esta administración”, dijo Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, en entrevista para República 32.

Amigo o enemigo, así funciona la discrecionalidad en el presupuesto
El problema de discrecionalidad del gobierno federal para asignar recursos públicos es muy grave. Puede ser utilizado para presionar políticamente a los estados opositores o premiar a los gobernados por el propio partido.
«Los subsidios, cuando no están bien diseñados y regulados, pueden ser utilizados para premiar o castigar gobiernos».
Todo nace en la Secretaria Hacienda, que es la encargada de entregar dinero público a los estados e incluso a los municipios mediante diferentes “cajones” de gasto clasificados en el presupuesto federal de cada año.

El problema es que no todos eso cajones están regulados, como es en el caso del Ramo 23 , sobre el cual no existe ninguna regulación de cómo o por qué se puede/debe usar.
Esto que significa que puede asignar esos recursos cómo quiera sin rendir cuentas a nadie.
Y debido a que el Ramo 23 no cuenta con reglas de operación o leyes con las que se establezca de manera formal “por qué razón un estado merece recibir más recursos que otros” se desconocen “cuáles son los criterios que debe seguir la toma de decisión sobre la entrega de recursos”, de acuerdo con Campos.
Además aseguró que la Secretaría de Hacienda es la que toma esas decisiones, “y es por eso que nosotros insistimos que esos recursos son discrecionales”.
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“Pienso que el conflicto de interés entre el cuidado del erario y perseguir una agenda política se ha acrecentado en la Secretaría en los últimos años”. Sin embargo matizó que el problema de la discrecionalidad en el dinero público comenzó desde los años 90 cuando el terreno de la competencia electoral era distinta.
Hacienda tendría que ser independiente del gobierno
“Hemos visto que en una mayor parte de los países de la OCDE, los encargados del presupuesto, sí es personal de carrera, es decir, con un perfil técnico que no precisamente está con el presidente, eso te permite controlar el posible conflicto de interés que hay, entre que hagas lo que tu jefe te dice en la época de elecciones o lo que tu mandato te dice: cuidar el erario”.
Además de esto, la SHCP tiene la facilidad para cambiar y aumentar el presupuesto aprobado por el Congreso.
Para Campos, una de las primeras acciones que deberían revisar los políticos que buscan la presidencia este 2018, es el esquema que dicta que el gobierno federal les dé recursos a los estados y municipios, sumado a que no puede haber transferencias de dinero sin regulación.
«Tendríamos que solicitar cuáles son los criterios que vamos a utilizar para entregar estos recursos y tendríamos que promover la transparencia, ahorita hay ciertos fondos del Ramo 23 que se transparentan de manera libre a la población, yo diría que no sería en algunos fondos, tendría que ser de todos los fondos”.

Según la misma Mariana Campos, las prácticas priistas para presionar a los gobiernos estatales no son exclusivas de dicho partido, ya que cuando el PAN estaba frente al gobierno federal, también presionaron a los gobiernos locales del PRI. «Se tiene que cambiar la forma en la que se ejerce el poder», escribió Campos en su Twitter.