Las autoridades olvidaron el asesinato de Karina Reyes. La joven mixe de 13 años desapareció el 5 de septiembre de 2016.
Elsa, su madre pasó a recogerla al restaurante donde trabajaba en un poblado oaxaqueño, pero sólo encontró a la dueña del lugar diciéndole que su hija ya se había retirado. Pasaron los días y su ubicación seguía en el misterio.
Un día después de que se reportara su ausencia, algunos medios poblanos daban a conocer el hallazgo del cadáver de una mujer en el kilómetro 66+500 de la autopista México-Puebla. Reportaban que “tal vez era una prostituta”, ya que en la zona se costumbraba esos servicios, que tenía entre 25 a 28 años.
Karina seguía sin aparecer en Oaxaca y nunca se investigó la identidad de la mujer en Puebla. Los meses pasaron.
A diferencia de las autoridades, Frida Guerrera, sin tener conocimientos en investigación, logró averiguar que Karina era la misma mujer que “parecía prostituta”, según el periódico Tribuna Noticias.
Podría interesarte: Michelle Rivalcoba: otro intento de feminicidio sin resolver en la CDMX
“Documento todo lo que va saliendo. A los dos meses estábamos trabajando mi colaborador y yo, él estaba haciendo un comparativo entre desaparecidas y me dice ‘mira se parece mucho la ropa de la niña desaparecida en Oaxaca y la mujer que encontraron en Puebla’. Comenzamos a checar y sí, era ella”, comenta la activista para República 32.
Buscó a la familia y habló con las autoridades. Incluso, pudo conocer que dos días después de que las autoridades encontraran el cadáver de la joven en la carretera, fue trasladado a una fosa común. Sin identidad, sin investigar. Como tirar algo a la basura.
“Karina tenía 13 años, no 28 y no era una prostituta y aunque hubiera sido, no debieron hacerle eso”, relata Frida quien enfurece cómo la describieron a la menor en los medios locales.
Nueve meses después entregaron el cuerpo de Karina a su madre para llevar a su puebla en Oaxaca.
¿Cuántas Karinas no hay?, se pregunta la autora del libro “#NiUnaMás. El feminicidio en México: tema urgente en la Agenda Nacional”.
Una verdad incompleta que Frida quiere revelar
El gobierno mexicano dio a conocer que durante 2017 se registraron 671 feminicidios a nivel nacional; sin embargo, la base de datos elaborada por Frida Guerrera, hecha con información hemerográfica y seguimiento de casos, arroja un total de 2 mil 212 mujeres asesinadas de manera violenta, de los cuales mil 831 fueron tipificados como feminicidios.
“Yo no puedo tomar en serio el tema de sus cifras”, refiere la columnista. Conocemos una realidad a medias.
Frida comenzó a documentar violaciones a derechos humanos desde el 2006, después de una situación fuerte en su vida con una pareja agresiva.
“Vengo de una relación violenta. Después de siete años dejo mi consultorio, mi casa y esta relación”. Ese año también terminó su etapa como terapeuta; se convirtió en periodista y comenzó a informar sobre las protestas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), casos de pederastia, desaparición, asesinato y desplazamiento de jóvenes trikis.
Podría interesarte: En Sinaloa se cometió la mayor cantidad de feminicidios de 2017
En 2016 fue la primera vez que escribió sobre feminicidios, su primera historia en documentar fue el asesinato de una niña de 11 años en Monclova, Coahuila. Las publicaba día y noche en su blog personal.
“A partir de ahí empecé a buscarlas, primero por Facebook y las redes, convenciéndolas de que mi objetivo era quitarles (a las mujeres asesinadas) esa cifra horrorosa y darles la dignidad que merecen, evitando la criminalización”, confesó a la psicóloga de profesión.
Ahora a dos años de enfocarse de lleno a las historias de sufrimiento de las víctimas, acepta que no quiere dejarlo hasta conseguir justicia, aunque esto le ha causado amenazas de muerte.

“Cuanto te metes en todo esto es meterte al infierno, pelearte con demonios propios y exteriores. Meterte a una sociedad insensible que piensa que no tienes nada que hacer más que señalar errores o poniendo en contra a los hombres y las mujeres. Es ir contra la impunidad y el machismo y contra quienes deberían darte respuesta para detener esto y no lo hacen”.
Asegura que no acepta remuneración por su trabajo. Ahora tiene una abogada en su equipo que da asesoría legal a las familias de las jóvenes asesinadas, mientras ella las apoya en el ámbito psicológico.
“Nadie me paga. Vice es el (medio) que empezó a pagarme a partir de septiembre, me invitaron a colaborar. Es con lo que me ayudo a seguir yendo a visitar familias, pagar la gasolina, pagar las casetas.
Podría interesarte: Violencia feminicida sigue creciendo; matan a 2 mexicanas cada día
Me levanto de la cama a arreglar mi base de datos, a poner en orden el blog, a subirlo a las redes, hablar con familias. A eso me dedico las 25 horas del día”, describe la activista.
Aunque su nombre real es Verónica Villalvazo, es conocida como Frida Guerrera desde hace años. Tiene 48 años y más de diez dedicada a la defensa de derechos humanos.
“Nací en Guadalajara registrada en la Cedemex, soy chilanga legalmente. Estudié psicología, no me titulé, sin embargo, trabajé ocho años de mi vida en desarrollo infantil. No me ha faltado un título para hacer lo que hago, creo más en la convicción personal”.
Frida piensa que México es un país que impide la resolución de feminicidios. Un lastre legal que señala es el Nuevo Sistema de Justicia Penal, pues oprime los derechos de las víctimas para darle paso a los derechos de los agresores.
“No se investiga, no se hacen comparativos con otros estados de mujeres desaparecidas, no dejan que los cuerpos estén más tiempo donde deben de estar.
Podría interesarte: 11 desgarradoras consecuencias del ciberacoso a las mujeres
Hablan mucho de alertas de género, pero si no hay perspectiva de género, capacitación de jueces, ministerios públicos, policías municipales no se puede investigar”.
Lo más importante para el avance en justicia de las víctimas, dice es que el gobierno se enfoque en evitar que los feminicidios sucedan, no contar cuántos van.