Luego de meses en los que Andrés Manuel López Obrador venía construyendo una imagen de conciliador pragmático que no se enganchaba con cualquier cosa que se dijera en su contra, esta semana regresó, por un instante, a ser el AMLO de 2006, ese político que más que defender su argumento o posición, descalifica personalmente a quien lo cuestiona.
Eso es lo que opina el intelectual Jesús Silva-Herzog Márquez, quien esta mañana le respondió al tres veces candidato presidencial, luego de que contestó visceralmente a un artículo escrito por el también periodista mexicano.
La disputa entre estos dos personajes de la vida pública, desató una guerra de intelectuales en Twitter en la que también se incluyeron personajes en defensa de Andrés Manuel, como el politólogo José Merino o la escritora María Rivera:
Preocupadísimos por la amenaza que representa AMLO a la libertad de prensa (por un tuit), pero felices beneficiarios de la insostenibilidad financiera sin dinero público de los medios que dirigen o en los que escriben.
Un poquito de introspección y mea culpa.
— José Merino (@PPmerino) 6 de febrero de 2018
La “discrepancia” de JS Hérzog Márquez es así: una viñeta sobreadjetivadas de un personaje público. Su crítica “razonada” sobre AMLO: “sectario, irascible, intolerante, grosero, prócer, caudillo, intransigente, oportunista, sin nervio ideológico ni criterio ético”… ¡Razones!
— María Rivera (@mariarri_) 6 de febrero de 2018
Al mismo tiempo, otros como el periodista del CIDE Carlos Bravo Regidor o el politólogo Bolívar Portugal, defendieron el derecho de Jesús Silva-Herzog de criticar y hablar sobre las propuestas del precandidato presidencial, a quien acusaron de intolerante y autoritario:
JSHM hace bien en criticar a AMLO o al que quiera, ese es su oficio. La pregunta es: ¿y por qué no se le puede criticar a él en los mismo términos?
— Bolívar Portugal (@BolivarPortugal) 6 de febrero de 2018
Descalificar al crítico en lugar de rebatir su crítica. Atribuirle intenciones inconfesables a quien discrepa antes que reconocerle el derecho a no estar de desacuerdo.
Ese es el modus operandi de un déspota, no de un demócrata.
Es preocupante.https://t.co/zHcYpi30yb
— Carlos Bravo Regidor (@carlosbravoreg) 6 de febrero de 2018
El inicio de la disputa
Todo comenzó cuando Márquez, publicó la columna titulada AMLO 3.0 en el periódico Reforma, en la que señaló que el precandidato de Morena, contrario al discurso “sectario” que llevaba en las dos campañas anteriores, ahora ha pasado a ser “oportunista”.
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El columnista hacía referencia al carácter de López Obrador en la campaña, pues mientras que en las anteriores era reconocido por hacer descalificaciones de tipo moral a quienes fueran sus detractores en todo campo, ahora toma las críticas con gracia.
Como respuesta a la columna, AMLO dejó a la vista que aún las críticas le duelen y sigue utilizando el descalificativo “mafia del poder” en contra de quien no esté en su favor. En su cuenta de Twitter señaló a Silva-Herzog Márquez como “articulista conservador con apariencia de liberal”.
Hace tiempo que Jesús Silva-Herzog Márquez me cuestiona con conjeturas de toda índole. Hoy, en el periódico Reforma, me acusa sin motivo de oportunista. Ni modo, son tiempos de enfrentar a la mafia del poder, a sus secuaces y articulistas conservadores con apariencia de liberales
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 5 de febrero de 2018
A este descalificativo, el académico le respondió.
Ojalá aceptara alguna vez, don @lopezobrador_ que la discrepancia no es inmoralidad. Criticarlo a usted no es entregarse a la mafia. Si no aceptamos que hay razones para el desacuerdo, el diálogo no tiene sentido.
— Jesús Silva-Herzog M (@jshm00) 5 de febrero de 2018
A la conversación se unieron otros políticos como el ex presidente Felipe Calderón y los periodistas Enrique Krauze y Grabriela Warketin.
¡Tómala! @jshm00 ahora incorporado a la mafia del poder. ¡Bienvenido! Aquí todo el que discrepa de «ya sabes quién» es de la mafia del poder. En el frente, el que discrepa del candidato a trovador es «servil al sistema» https://t.co/LJOXyOoRB4
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) 5 de febrero de 2018
El mesianismo condena. El liberalismo debate.
No son buenos tiempos cuando ante la crítica viene la descalificación.
[y antes de que me retuiteen gozosos meadistas o anayistas, recuerden sus propios andares: la amenaza contra Animal Político, las declaraciones de Dante, etc etc etc]
No son buenos tiempos. pic.twitter.com/k0pWv4oHVG
— Gabriela Warkentin (@warkentin) 5 de febrero de 2018
ps://t.co/caDgHYwGtG»>https://t.co/caDgHYwGtG— Enrique Krauze (@EnriqueKrauze) 5 de febrero de 2018
Pero el problema no quedó ahí, al ser cuestionado en un evento, Andrés Manuel López Obrador aseguró que el columnista se equivocaba, porque ni el ni su equipo eran oportunistas.
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“Él está equivocado porque viene de una familia liberal y está convertido en un conservador, aunque en apariencia se exprese, se manifieste, actué, como una gente progresista. Es un fresa, fifi, conserva”, dijo el ex jefe de gobierno.
No cuestiones
mi forma de mandar
porque es total. https://t.co/XvZeY45yRX— Guillermo Sheridan (@GmoSheridan) 5 de febrero de 2018
Ante esta acusación, el articulista Jesús Silva-Herzong dijo en el programa Despierta de Televisa, que la reacción del candidato le sorprendía, porque tomó de la columna sólo los puntos de crítica.
“Caen en lo que nos había tenido acostumbrados, la descalificación personal de quien lo cuestiona. Yo creo que eso es lo que resulta muy lamentable de este intercambio”, aseguró el columnista.