Ricardo Anaya no pudo esperarse ni un solo minuto para comenzar con su campaña a la presidencia de la República.
Simpatizantes, afiliados y medios de comunicación se reunieron a las 11 de la noche de este jueves con una hora de anticipación -y no violar las reglas del proceso electoral- para acompañar al candidato de la coalición Por México al Frente en uno de los salones de la Expo Santa Fe, en la Ciudad de México y ser parte de su “camino a la victoria” desde el minuto uno de este viernes 30 de marzo.

“¿Cómo están? Me da muchísimo gusto saludarlos a todas ustedes y a todos ustedes, queridas amigas y amigos, hoy inicia el camino a la victoria”, fueron las primeras palabras del panista, antes de comenzar a presentar a las personas que lo acompañaban: Damián Zepeda, presidente del PAN; Manuel Granados, presidente del PRD; Dante Delgado, presidente de MC; y Alejandra Barrales, candidata a la jefatura de Gobierno de la CDMX.
Podría interesarte: Escándalos le pegan a Anaya en las encuestas; AMLO sigue a la cabeza
Anaya habla con “más de mil jóvenes” (según sus propias cifras), un viernes santo, en la noche y en vacaciones; chicos quienes casualmente prefirieron estar coreando las propuestas y declaraciones de un político y además, trabajar para él durante 12 horas seguidas.

“Este evento es un Hackaton que viene de maratón, un maratón de 12 horas, 12 horas ininterrumpidas, 12 horas sin descanso, 12 horas de trabajo en equipo para encontrar soluciones creativas, soluciones innovadoras a los problemas de México utilizando la tecnología”, dijo el candidato, aunque el resultado de esas 12 horas nadie las va a conocer, ya que “las conclusiones del Hackaton se expondrán de manera privada al candidato, quien las integrará en sus propuestas de campaña”, según su equipo de prensa.
Luego de cada declaración del candidato, los asistentes coreaban sus palabras, gritaban “¡presidente, presidente, presidente!” y Anaya sonreía.
Este suspirante a la silla presidencial dice que uno de los “ejes fundamentales” en los que se basa su propuesta de campaña, es “combatir la corrupción”, promesa tan utilizada dentro de la política mexicana que ahora hasta los mismos partidos enviciados la utilizan.
¡ #AnayaPresidente junto con los #jóvenes de 🇲🇽 van por un gobierno honesto, por acabar vs. la enorme desigualdad para que haya igualdad de oportunidades y por acabar contra la #violencia y la inseguridad para que las familias de #México🇲🇽 vivan seguras! pic.twitter.com/T2n6FJmCZh
— Marcela Torres Peimbert (@Marce_Torres7) March 30, 2018
También promete acabar “con la enorme desigualdad” y con la inseguridad “para que las familias mexicanas puedan vivir seguras y en paz”, sin embargo, su discurso sólo se queda en palabras al aire porque en ningún momento su «buena voluntad» se concreta en acciones claras y quedan en eso, simple verborrea.
Podría interesarte: El Instituto Electoral de Querétaro le paga renta al suegro de Ricardo Anaya
Al terminar su intervención, se escucha al unisono un coro tan bien organizado que parece que han ensayado y no son simples simpatizantes que acuden a apoyarlo, sino acarreados:
“¡Ya llegó, ya está aquí, el que va a sacar al PRI. Ya llegó, ya está aquí, el que va a sacar al PRI!”, gritan eufóricos los jóvenes.
“El México que soñamos es aquel en el que todas las personas pueden conquistar su propia felicidad y, amigas y amigos vamos juntos. Vamos con fuerza, vamos con determinación, no tengan ninguna duda. El 1 de julio de este año vamos a ganar la presidencia de la República”, rema Anaya antes de finalizar su arranque de campaña, que fue de poco más de media hora.
Luego de esto, el candidato desaparece del lugar, no sin antes hacer su ya conocida pasarela de selfies, donde a cada dos pasos alguien le pide tomarse una foto y Anaya, sin hacerse el divo, pone su mejor cara, y saca a relucir su practicada sonrisa como el «candidato del futuro».