Al Partido Verde lo formó indirectamente el PRI, sin embargo, no siempre le ha sido leal en alianzas políticas. Incluso, este periodo electoral podría entablar el divorcio entre las dos fuerzas políticas, como medida de subsistencia ante la inminente debacle del tricolor.

El fundador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge González Torres, es un ex priísta que unificó al partido político en 1992, dos años después le cedió apoyo a la candidatura presidencial del izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas. Posteriormente el Verde estuvo junto al PAN para llevar a Fox a Los Pinos.

Desde 2006, con la Alianza por México para apoyar a Roberto Madrazo, no se ha despegado en PRI en decisiones políticas, a pesar de ser un partido que se formó con una ideología antipriísta, dedicado a la conservación del medio ambiente.

Aunque van juntos por la presidencia abanderando a José Antonio Meade, durante este periodo electoral, el partido Verde ha roto con el PRI en seis estados de la república: Tabasco, Ciudad de México, Guanajuato, Puebla, Chiapas y Jalisco.

De manera interna decidieron dejar la coalición Todos por México, por los malos resultados que les puede traer el partido de la actual administración. Aunque el dirigente nacional del PVEM, declare que el partido está en su mejor momento y busca hacerse de posiciones por su cuenta.

el PVEM se aleja del PRI para sobrevivir
Foto: Victoria Valtierra/Cuartoscuro

La joya preferida del PRI para tiempos electorales podría pintar rumbo por su parte y, en algunos casos —como Chiapas—, los candidatos del PVEM han llamado a votar por el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

Alianzas estratégicas

El partido Verde está acostumbrado a la polémica.

El Instituto Nacional Electoral le ha impuesto sanciones por más de 10 millones de pesos por violar las normas, además de que especialistas en medio ambiente lo han señalado de ser únicamente un instrumento político con desconocimiento de las causas naturales.

Gustavo Ampugnani, director en México de la organización ambiental Greenpeace, señaló en una entrevista que el Partido Verde “ha obedecido más a fuerzas o intereses meramente políticos que quedan a la deriva del interés ambiental. Se quedan cortas las iniciativas.

Tiene esta visión de tener curules, de tener una bancada que no tiene una trayectoria ambiental. Es lamentable porque sería útil para México tener una representación en política ambiental”.

A pesar de ello, por 17 años se ha consolidado como la mayor fuerza política entre los partidos pequeños.

En 2017 fue el quinto partido en obtener más recursos públicos de la autoridad electoral.

Recibió 338 millones 22 mil 361 pesos, la cantidad más elevada entre los partidos pequeños que se unen a otros en coalición, como Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Encuentro Social y el Partido del Trabajo.

En tiempos de campañas, el presupuesto del Verde es también elevado, para la contienda de este año le destinaron 578 millones 204 mil 704 pesos.

Con la unión entre PR-PVEM-PANAL la coalición Todos por México, encabezada por José Antonio Meade es la más costosa de las elecciones.

el PVEM se aleja del PRI para sobrevivir

Para mantener su registro, el Verde ha recurrido a las coaliciones electorales; primero con el PRD, después del PAN y actualmente con el PRI.

La medida de su bancada en el legislativo ha dependido del resulta que obtengan las alianzas donde esté presente.

Ahora en el Senado su presencia es de cinco curules, siendo quinta fuerza política, después del PRD. Sin embargo, su poder ha ido en aumento.

En el año 2000, cuando el PVEM formó parte de la coalición Alianza por México en conjunto con el PAN, logrando la victoria de Vicente Fox, su posición se ensanchó en el Senado, pasando de uno a cuatro senadurias; mientras que en 2012, con el triunfo de Enrique Peña Nieto llegó hasta los siete escaños.

Lo mismo ocurre en la Cámara de Diputados, su debut fue en 1997 alcanzando siete diputaciones, posteriormente con el triunfo de Fox dobló el nuevo hasta tener 17 diputados en su bancada. Con Enrique Peña Nieto alcanzó 28 diputaciones, ahora tiene 47.

El acuerdo entre el PRI y el PVEM es mutuo: mientras que al tricolor su presencia le representa más ingresos en campañas al Verde la posibilidad de tener más cargos políticos.

El caso Chiapas, ¿se unen a AMLO?

Casi a finales de precampaña, cuando Andrés Manuel comenzaba a despegar en las encuestas, Eduardo Ramírez Aguilar, ex dirigente estatal del PVEM en el estado de Chiapas, se unió a la campaña del tabasqueño, hasta conseguir una candidatura al Senado.

Días antes de esta unión, el candidato presidencial había lanzado una invitación a los militantes del Verde en la entidad disgustados por la unión con el PRI: “Tienen las puertas abiertas en Morena”, dijo.

Chiapas representa la principal fuerza política del Partido Verde a nivel nacional, por primera vez un candidato del partido consiguió en 2012 una gubernatura.

Manuel Velasco Cuello, logró ser gobernador con el 68 por ciento de los votos, convirtiéndose en el más joven con solo 32 años. Adicionalmente, el PVEM controla el gobierno de 123 municipios del estado.

“Se aprovechó de que Chiapas tiene un componente rural y hay mucha pobreza.

La pobreza le da muchos votos al PRI porque además entre el 60 y 65 por ciento de la gente está subsidiada con algún apoyo federal”, describe el triunfo de Velasco el académico de la Universidad Autónoma de Chiapas, Gerardo Coutiño.

“Ahora el verde, tiene un bastión electoral muy fuerte aquí [en Chiapas] y no quiso consolidar su alianza con el PRI porque es dueño de los subsidios”.

El 23 de mayo, el PVEM decidió romper alianza con el PRI para ir juntos por la gubernatura en apoyo del priísta Roberto Albores Gleason.

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Argumentaron que “la primera fuerza” política del estado y no permitirán imposiciones porque tienen “independencia y fuerza para elegir la mejor opción”. En su lugar, propusieron en la candidatura al ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Fernando Castellanos Cal y Mayor.

Para el académico, este gesto representa una ruptura de facto porque —asegura— la candidatura de Cal y Mayor pulveriza más al PRI en la región y solo sirve para romper del voto a su favor y beneficiar Morena, cuyo candidato, Rutilio Escandón Cárdenas, fue colaborador en el gobierno de Manuel Velasco.

Hay una polaridad entre los habitantes de Chiapas: quienes no irán a votar, por disgusto con los partidos políticos al no cumplir estos con la reconstrucción después de los sismos, y quienes votarán por Andrés Manuel López Obrador.

Además de que comunidades indígenas advirtieron que la elección de sus autoridades será por el sistema de usos y costumbres y no por partidos políticos.

“El gobernador está entre que tiene que cumplir con su alianza natural [con el PRI], pero tiene que atender el fenómeno López Obrador. Con el control del partido que tiene él, probablemente lo que haga es dirigir toda la estructura política a favor de López Obrador el día de la elección”, comenta el académico Gerardo Coutiño.

Voto cruzado es la táctica política que varios candidatos a alcaldes por el Partido Verde han utilizado. Después del quiebre con el PRI. Los verdistas han llamado a la población para votar por el candidato de Morena a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador.

A días de haber iniciado las campañas en Chiapas, la decisión del PVEM fue inminente: abandonaron al PRI. Ahora la duda es si lo hicieron por apoyar al candidato puntero a la presidencia de la República.

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