De convertirse en gobernador de Puebla, lo primero que hará Miguel Barbosa será abrir «una investigación profunda al gobierno de (Rafael) Moreno Valle».
Quien llegó al Senado como perredista, aunque el año pasado se adherió al proyecto de Andrés Manuel López Obrador, se convertirá en precandidato de Morena a la gubernatura de Puebla.

Barbosa asegura que, de ser electo, revisará a detalle la gestión del panista. Rafael Moreno Valle estuvo al frente del estado entre 2011 y 2017, impulsó la candidatura del actual mandatario estatal Tony Gali, y ahora respalda a su esposa, Martha Érika Alonso, para gobernar el estado también por el PAN durante los próximos seis años.
«Nosotros sabemos que este morenovallismo escaló altos niveles y que ha prevalecido a pesar del cambio de gobierno. Funciona como una mafia, con prácticas de enorme riesgo y usando dinero público», afirma Barbosa, quien registrará su precandidatura el 2 de febrero próximo.
En el gobierno de Moreno Valle la deuda de Puebla creció hasta alcanzar los 76 mil millones de pesos, de acuerdo con estimaciones del investigador Eudoxio Morales Flores. La organización Mexicanos Contra la Corrupción acusó al entonces gobernador de comprometer los impuestos de los poblanos mediante deudas adquiridas por mecanismos opacos.
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Porque grietas tiene el alma, el amor acaba
Entre 2014 y 2015, Barbosa y Moreno Valle mantenían una relación cercana, incluso rumores indican que el senador le había abierto al panista las puertas del PRD.
Pero, después del 2016, la relación se fue para abajo y Barbosa acusó a Moreno Valle de espiar a funcionarios de Puebla. Rafael, en tanto, se le fue el cuello y lo acusó de pedir «moches» para gestionar recursos millonarios en el Senado; además, Moreno Valle dijo que Barbosa ha traicionado a todos los partidos a los que ha pertenecido.

En 2017, Barbosa, quien nació en Zinacatepec, Puebla, anunció que apoyaba abiertamente a López Obrador con miras a las próximas elecciones, maniobra que presidió una desbancada masiva de militantes del PRD en el Senado.
Esto a pesar de que en 2015 el poblano acusó a AMLO de ser soberbio. «Nadie le va a rogar a AMLO con esa soberbia», dijo meses después de que Morena se consolidara como partido político.
Sobre su adhesión al Peje, Barbosa asegura que decidió apoyarlo cuando constató que el PRD dejó de ser un partido de oposición debido a que la burocracia que lo gobierna hoy busca beneficiarse del poder.
“Para ellos es más importante la relación con el poder público, el gobierno federal y los estatales, que desempeñarse como opositores. Después de dejar de ser de oposición, dejó de ser de izquierda”, sentencia.
Barbosa confesó en entrevista con República 32 que se unió a Morena porque en el PRD no había nadie que buscara de manera real la presidencia de la República.
Se refiere directamente a Miguel Ángel Mancera. «¿En dónde está ahora?», pregunta.
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“Lo peor de la política quedó al frente del PRD: Graco Ramírez, Silvano Aureoles, hasta Mancera, que, sin ser integrante, ahora es dueño del partido. Todos son personas sin una posición, son los señores del poder, millonarios, gente que nada tiene que ver con las causas de la izquierda. De ahí la alianza con el PAN”.

En cuanto a la alianza de Morena con el PES, identificado con el cristianismo conservador, Barbosa opina distinto. Hay que ganar la elección para transformar el poder, dice.
«Desde la oposición no transformas, por eso ahorita hay que ganar».