Con dos mil pesos en la mano y tiempo libre puedes comenzar a ser espía, o al menos podrás hurgar en la vida las personas que entren a tu casa o a tus compañeros de oficina.

¿Cómo? Hay decenas de tiendas que te pueden ayudar.

Luego de una breve búsqueda en Google, pude contactar a varias personas que ofrecen cámaras espía, bloqueadores de señales telefónicas, cables para intervenir conversaciones o videocámaras disfrazadas de artículos personales.

A las 7 de la noche, en la sección de libros y revistas de una cadena de restaurantes, vi a la persona que me ofrecería estos artículos.

“Para que me reconozcas, usaré un sombrero azul”, me dijo por teléfono una hora antes de nuestra cita.

Después de encontrarnos nos fuimos al pasillo de un baño y a las 7 en punto ya estaba sacando un par de cajas de su mochila.

“Esta cámara es en forma de perchero, graba por aquí, se cuelga así y aquí se le inserta una memoria MicroSD y acá está el cable para conectarla a la computadora y cargar”, decía el hombre de 80 años mientras examinaba el objeto frente a mí.

¿El costo? 900 pesos por esa y las demás que me enseñaría.

Una más era una pluma con la que podías obtener video, audio y fotografías; otra más estaba oculta en unos lentes de sol; otra era un llavero. Aunque la más vendida, según él, era la que tenía en de reloj despertador.

“Y sí funcionan, usted puede escribir perfectamente con la pluma o despertarse a la hora que quiera con el despertador digital”, decía el hombre que presumió que lleva casi toda su vida en el negocio.

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aparatos de espionaje en México

“También tengo marcos para fotos, cuadros, relojes de pared, pero eso no me los iba a traer en el Metro, ¿verdad?”, y reía.

¿Qué es lo que más le piden?, le pregunté como intentando hacer un breve sondeo de los artículos.

“Pues me piden de todo, eh, más cámaras porque son las más baratas, aunque también tengo forma de conseguir un aparato con el que te puedes meter al celular de cualquier persona, pero eso no lo tengo en la casa, porque cuesta más de 200 mil pesos, imagínate, qué voy a andar haciendo yo con un aparato así en mi casa, eso sólo bajo pedido, es como una pequeña computadora”.

La mayoría de las cámaras cabía en la palma de mi mano sin problema.

“Este perchero tiene sensor de movimiento, nomás filma tres minutos, si a los tres minutos ya no hay movimiento, se apaga”, pero si hay movimiento constante sigue grabando, explica el hombre.

El reloj despertador, comentó, cuenta con sensor de movimiento que se puede activar “desde donde sea. También tiene sensor de movimiento y funciona normal, como un despertador de buró”.

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¿Cuánto tiempo graban las demás?

“En promedio dos horas y media, pero puede estar grabando en partes y, por ejemplo, algunas graban todos los movimientos que sucedieron durante ocho horas o más”.

Otra de las joyitas que cualquier persona puede conseguir son los detectores de radiofrecuencias, “eso es para buscar (y saber) si hay cámaras o micrófonos ocultos”, dijo antes de darme una demostración de cómo funciona el mecanismo.

Algo que está un poco en desuso, pero que aún es muy funcional, son los cables que se conectan a las líneas telefónicas instaladas en la calle mediante postes.

“Son para intervenir teléfonos fijos, ya casi nadie lo pide, porque todos tienen teléfonos celulares. Funciona de manera muy sencilla, tú pones los cables en alguna de las instalaciones que tiene Telmex, los conectas y comienzas a monitorear todas las llamadas que entren en ese teléfono”.

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