“¿Qué, no desayunaron?”, pregunta el animador a la masa de gente que espera a Andrés Manuel López Obrador en Ciudad Juárez, Chihuahua, para el arranque de su tercera campaña presidencial.

El presentador se esfuerza, su voz retumba en las bocinas de la explanada: “¡Presidente, presidente! ¡Fuerte el aplauso para recibir al próximo presidente!”, “¡Fuerte, qué retumbe!”, aviva. Pero en respuesta sólo recibe gritos sin coordinación, con desanimo, que se apagan poco a poco.

Andrés Manuel llega así a la plaza Benito Juárez. Es la primera vez que inicia una campaña presidencial en el norte del país. En 2006, arrancó en Metlatónoc, Guerrero, una de las zonas con más pobreza del país; y la segunda, en 2012, dio sus primeros pasos en su natal Macuspana, Tabasco.

 

Nada es casualidad para la tercera vez

“El Peje” sabe que su «talón de Aquiles» este 2018 está en el norte, donde históricamente se vota por el PAN o por el PRI.

Tan sólo hace seis años, ahí, en Chihuahua, la gente le dio su voto a Enrique Peña Nieto, mientras que la panista Josefina Vázquez Mota se quedó como segunda en la lista y Andrés Manuel en un lejano tercer lugar.

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Entre las vallas que lo guían rumbo al templete AMLO avanza, sonríe, regala besos, posa para la selfie. Lo sigue Beatriz Gutiérrez, su esposa; más atrás viene Tatiana Clouthier, la hija de quien fuera candidato presidencial por el PAN en el 88, y que hoy dirige la campaña del tabasqueño.

Cerca también camina el empresario Alfonso Romo, el que abiertamente repudiaba a Obrador, uno de los que lo consideraba “un peligro para México” hace 12 años, pero que hoy es parte de su equipo de trabajo.

Beatriz Gutiérrez, esposa de Andrés Manuel López Obrador, en el mitin de arranque de campaña de Morena. Foto: Twitter Morena

“Iniciamos la campaña aquí, donde comienza nuestra patria”, pronuncia el candidato presidencial. Detrás se alcanza a ver a Marcelo Ebrard, el encargado de lograr que Andrés se quede con la mayoría de votos en ese estado, así como en Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Durango y las Baja Californias.

Detrás del “Peje”, está Yeidckol Polevnsky, la presidenta de Morena y una de las personas que ha estado cerca del tabasqueño desde hace más de una década. También se ve al presidente del PT, Alberto Anaya.

Andrés recuerda la historia de Ciudad Juárez, dice que su presencia ahí es un homenaje a Benito Juárez, “el mejor presidente de México”. Asegura que en el lugar han ocurrido hechos históricos y que “es un punto de partida de importantes transformaciones”.

La gente escucha atenta, de vez en cuando rompe el interés a lo que dice un sonido de matraca, un grito individual de apoyo, o el intento de corear la clásica frase: “¡es un honor luchar con Obrador!”. No más.

En el acto, López Obrador, enfatiza que Ciudad Juárez es el reflejo de la vulnerabilidad que se vive en el país y comienza así su listado de promesas.

“Podrán acusarme de exagerado o extremista e incluso argumentar que siempre se ha vivido lo mismo, pero el modelo neoliberal supera por mucho lo antes visto y no tiene precedente. (…) El sistema ha operado para la corrupción que se ha institucionalizado”, se refiere a la “mafia del poder”.

“Nuestra propuesta tiene como principal propósito: desterrar la corrupción y la impunidad, cortar de tajo con la corrupción e impunidad”.

Ahora sí se sueltan los aplausos, los gritos y los tamborazos. La multitud corea gustosa “¡presidente, presidente!”, le impiden continuar hablando.

Andrés Manuel lee su discurso de arranque de campaña ante la multitud de Ciudad Juárez. Foto: Twitter Morena

La fórmula ya conocida de propuestas

Hace mano de su fórmula predilecta, repite lo ya dicho en eventos pasados, de que es ahorrar 500 mil millones de pesos cortándole el “copete e privilegios que hay en el gobierno. “¡Sí se puede, sí se puede!”, grita la audiencia.

Dice que una de sus primeras iniciativas, si gana, es reformar el Artículo 108 de la Constitución, para que el Presidente pueda ser juzgado por delitos de corrupción.

Suelta su segunda promesa que es cancelar la “mal llamada reforma educativa” y crear un comité con maestros y padres de familia para mejorar la calidad de la enseñanza sin afectar los derechos laborales de los maestros.

Jura que este diciembre, si gana, los adultos mayores verán automáticamente duplicado el monto de su pensión a un salario mínimo mensual, también que los jóvenes recibirán becas y que inmediatamente tendrán garantizado su derecho a la educación y al trabajo. Aunque no explica cómo.

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Aprovechando la cercanía con la frontera le lanza un mensaje a Donald Trump: “Ni México ni su pueblo va a ser piñata de ningún gobierno extranjero”. También dice que el Tratado de Libre Comercio no es malo, pero que no es suficiente.

De su proyecto de la Zona Franca, habla que reducirán los impuestos, el IVA a un 8%, el ISR a un 20%, a lo largo de tres mil kilómetros de la frontera. Y recuerda a su adversario panista, que él replicó la propuesta: “qué bueno que ya nos están copiando”.

“El Peje” cierra su intervención señalando los “tiempos de tristezas y decepción” que vive el país, pero también de esperanza. “Hace mucho tiempo que no existía un entusiasmo ante la inminencia de un cambio de régimen, ante la cercanía de una transformación mayor”.

El candidato de Morena, también que promete gobernar para todos, incluidas las personas con preferencias sexuales diferentes, dice en su discurso, pese a la alianza que mantiene con el Partido Encuentro Social.

Al final lanza tres “¡Viva México!” que la gente responde. Ahí, a los pies de la estatua que homenajea a Benito Juárez, Andrés Manuel da inicio a su campaña para tratar de seguir los pasos de su ídolo, con la esperanza de ser también “el mejor presidente de México”.

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