En un país en donde ocurrieron casi 30 mil homicidios dolosos en 2017, la peor cifra en la historia de México desde que se registran los asesinatos, el acceso a la justicia se antoja lejano. Por el contrario, el aumento de este delito nos acerca más a la impunidad.
Cifras como esa “son una pesadilla para cualquier agente del Ministerio Público: no hay capacidad para resolver el tamaño de este problema”, dijo José Antonio Caballero, investigador del CIDE.
Pero, ¿cómo impacta en la vida diaria la relación incremento de homicidios-impunidad?
Caballero lo explica a través del caso Narvarte, aquel en el que cinco personas fueron asesinadas en esa colonia de la delegación Benito Juárez: Alejandra Negrete, empleada doméstica; Yesenia Quiroz, maquillista; Mile Virgina, modelo; Nadia Vera, activista y Rubén Espinosa, fotoperiodista.

- ¿Podemos depender del auxilio de las autoridades?
La persona que descubre la escena del crimen es una joven que habitaba el departamento 401, edificio 1909 de la calle Luz Saviñón. Ella llega aproximadamente a las 19:30 horas y pide apoyo vía telefónica a la autoridad.
Podría interesarte: Pese a que la CDMX lidera desapariciones forzadas, la Procuraduría no las registra
La primera patrulla llega 50 minutos después y son elementos de la policía que acompañan al novio de la denunciante porque fue él quien paró una patrulla en el camino. Nunca llega una patrulla producto de la llamada de auxilio.
El mismo año del multihomicidio, Hiram Almeida Estrada, secretario de Seguridad Pública de la CDMX, dijo que se habían implementado cámaras de video vigilancia para “reducir el tiempo de respuesta de emergencias a 2 minutos 9 segundos”.
Pero en la realidad no ocurre así. Aún no queda claro cuál es el tiempo de respuesta de una patrulla a una llamada de auxilio o sus estándares de actuación.
“Esto tarde o temprano impacta en la impunidad porque cada minuto que pasa después de un homicidio, las probabilidades de resolverlo se van reduciendo. Los primeros minutos son críticos”, resalta Caballero.
- Filtraciones que revictimizan
El 2 de agosto de 2015, a tres días del multihomicidio, hubo conferencia de prensa y comienzaron las filtraciones que otorgaron información contradictoria de cómo se dieron los hechos, la obtención de pruebas y otros detalles, aún cuando no había detenidos por el caso.
Pero además la misma autoridad manejó la información de las víctimas, entre ello sus actividades profesionales, hábitos y su género, para desacreditarlas, discriminarlas y estigmatizarlas.
Podría interesarte: Esto dice y recomienda el dictamen médico de Marco Antonio
Esto, detalla el especialista en defensa penal, denota falta de transparencia y rendiciónde cuentas dentro de la investigación. También genera desconfianza de la ciudadanía al respecto del trabajo de la autoridad.
En diciembre de ese año, el Procurador de Justicia, Rodolfo Ríos Garza, dijo que había un funcionario de la Fiscalía de Homicidios consignado por las filtraciones. Nunca se reveló su identidad.
- Detenciones ilegales
El primer detenido aparece el 5 de agosto. El diario la Razón tiene videos que muestran al presunto culpable, pruebas importantes dentro de la investigación.
Daniel Pacheco Gutiérrez se convierte en el primer detenido, apareció golpeado y nunca confesó haber cometido el crimen, sin embargo las autoridades dijeron que tenían a uno de los asesinos plenamente identificado.
Podría interesarte: México es el segundo país con más asesinatos de transexuales en América Latina
“Hay una detención ilegal, lo pasean y no lo presentan ante el Ministerio Público como dicta la ley; lo amenazan”, detalla el especialista.
El siguiente detenido, Abraham Torres, también aparentemente torturado (aunque la Comisión de Derechos Humanos desechó que hubiera tortura); ya fue sentenciado: 315 años de cárcel.
Esto, dice el investigador de Estudios Jurídicos del CIDE, sólo demuestra que tenemos jueces laxos que ven las irregularidades y no actúan. “Tenemos un poder judicial que está subsidiando de alguna manera la impunidad”.
El caso Narvarte no es el único
«El caso Narvarte, una investigación con altísimo interés público, tiene muchísimas deficiencias: si eso pasa con las investigaciones de alto perfil público… ¿cómo están las demás?», pregunta el ponente durante la presentación de 10 acciones que salvan vidas de México Evalúa.
Y es que han habido otros ejemplos que muestran la mala actuación de la autoridad con respecto al debido proceso. Está el caso de un joven detenido por asaltar un oxxo con una pistola falsa en la Benito Juárez, al que además le imputaron un homicidio en un oxxo de la Miguel Hidalgo.
«Si ya tienes un detenido buscas en las carpetas y ves qué otro delito le podría quedar. La noticia es hermosa porque matas dos pájaros de un tiro y mandas buenas noticias contra la impunidad», dice el especialista. También reduces la fila de carpetas de investigación que tienes sin resolver.
Otro ejemplo es el caso de Axel Arenas y el asesinato de la modelo Ailén Grodzinski. A él lo detuvieron y lo presentaron como culpable cuando ni siquiera estaba en el país el día del homicidio.
Esto, señala el abogado, es símbolo de una absoluta impunidad y hay una responsabilidad de la autoridad durante el proceso que es indispensable porque los ciudadanos necesitan recobrar la confianza en las instituciones.